En Europa se creía que todos los cisnes eran blancos pero al llegar los primeros exploradores a Australia encontraron cisnes negros. El libro “El Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable” escrito por Nassim Nicholas Taleb, economista, investigador y matemático libanés, describe como una sola observación puede invalidar una afirmación generalizada. Pensamos que el mundo en que vivimos es más comprensible y explicable y, por consiguiente, más predecible de lo que realmente es. Nuestro aprendizaje y conocimiento están limitados porque únicamente se centran en la observación o la experiencia. Sobreestimamos las explicaciones racionales de los datos pasados y se subestima la importancia de la aleatoriedad.
Un suceso “Cisne Negro” se caracteriza porque es una rareza, está fuera de las expectativas normales; produce un impacto tremendo y tiene predictibilidad retrospectiva. Esto es, que pese a su rareza, una vez que ha sucedido, “a toro pasado”, que diríamos …, se dan evidencias de que se podría haber evitado. Ejemplos de cisnes negros son: El 11-S en Nueva York , también el 11-M en Madrid, la primera guerra mundial, la expansión del fundamentalismo islámico, el descubrimiento del fuego, el de la penicilina, el impacto de Internet, el éxito de Youtube , el de Google… Nuestra propia vida es producto de sucesos imprevisibles, está llena de hechos que no esperábamos, que ni remotamente pensábamos que pudieran ocurrir. Taleb nos muestra que no tenemos control alguno sobre nuestro futuro…. Por eso mismo, minimizamos el problema o lo ignoramos completamente y esto oculta otra cuestión: muchos de los problemas a los que nos enfrentamos son sumamente probables y obvios.
Pandemias ya ha habido: viruela (300 millones de muertes), sarampión ( 200 millones de muertes) , gripe española (entre 50-100 millones de muertes), la peste negra (50 millones de muertes) , el Sida (más de 32 millones de muertes y en la actualidad existen 37,7 millones de infectados). Con menos impacto, más recientes, pero que han sido un anticipo de lo que podía ocurrir : la gripe A en 2009 o el ébola en 2015. Desde hace más de una década la comunidad científica viene advirtiendo que la sociedad moderna es vulnerable a una pandemia mundial. También la OMS . Bill Gates en una charla TED (acumula 36 millones de visionados) dijo que el mundo “necesitaba prepararse para las pandemias de la misma forma que se prepara para la guerra”.
Nassim Taleb, padre de la teoría del “Cisne Negro”, ha rechazado que la Covid-19 sea uno de ellos. Considera que era un evento extremadamente raro , sí, y de graves consecuencias, pero completamente predecible, contra el que los responsables políticos no actuaron ya que suponía asumir un gasto con coste electoral para prevenir algo que no se sabía si realmente iba a suceder . A sus votantes les importa el presente, no el futuro. Acordémonos de la pandemia de la gripe A (año 2009) , el Gobierno español compró 37 millones de dosis de vacunas, el alemán 50 millones y el francés 94 millones. No se usó ni el 5% de las dosis.
En contraposición al “Cisne Negro” tenemos el “Rinoceronte Gris”: amenaza altamente probable, de mucho impacto pero aun así ignorada. Este animal es una metáfora ideada por la analista política Michele Wucker en su libro “The Gray Rhino”(el Rinoceront Gris, 2016). “Un Rinoceronte Gris es una cosa enorme de dos toneladas con su cuerno apuntando hacia ti, pisoteando el suelo y preparándose para cargar, pero que te da la oportunidad de actuar”. Con esta metáfora Wucker nos dice que muchas cosas que salen mal son obvias, pero no se les presta atención con suficiente antelación, principalmente por factores psicológicos, ya que se entiende a analizar la realidad de un modo demasiado optimista, porque se cree, equivocadamente, que negando la evidencia se protegen de ella. Ejemplos de Rinocerontes Grises: el huracán Katrina, el escandalo de las emisiones de Volkswagen y el descubrimiento de la cámara digital por parte de Kodak.
Las pandemias son una amenaza probable, de las que , incluso el Foro Económico Mundial, este año, incluyó en el top 10 de la lista de los riesgos mundiales. Como dice la autora: “El coronavirus es un rinoceronte grande y gris, mucho más grande de lo que imaginamos. Es un hecho que se ha vivido antes. Lo único que teníamos que hacer es abrir un libro de historia…”